La cubierta vegetal en cultivos leñosos y hortícolas ha sido la protagonista de la primera Agroexperiencia celebrada por AlVelAl.
Una veintena de personas han asistido a la primera Agroexperiencia celebrada en el cortijo Torre-Guajar, de nuestros socios Fran y Álvaro Martínez Raya. Una Agroexperiencia en la que estos hermanos agricultores han compartido su experiencia en el uso de la cubierta vegetal en cultivos leñosos y hortícolas.
El cortijo Torre-Guajar se encuentra en pleno corazón del Geoparque de Granada. Una finca familiar con más de 20 años y que cuenta con cultivo de almendro, olivo y hortalizas; a través de una forma de producir alternativa en busca de la sostenibilidad de la misma. Y es que, los hermanos Martínez Raya se enfrentan a unas condiciones muy duras para la producción agrícola, a más de 1.000 metros de altitud, sus plantas tienen un ciclo biológico muy corto debido a las heladas que duran hasta mayo con 40 grados de temperatura en verano.
Condiciones extremas que, como afirma Martínez Raya, “Nos permite conocer en qué sitios nace la vida y en cuáles no; qué técnicas funcionan y cuáles no”. Y es que, observar las formaciones del Geoparque les ha permitido ver que donde no hay vegetación es donde se produce la erosión, “Miles de años de evolución de lo que pasa o puede pasar incluso en nuestras fincas”.
Cubierta vegetal
En este contexto, explicó Fran Martínez a los asistentes a la Agroexperiencia, “Hemos tenido que dar vida y ganar suelo para poder producir… El hándicap era protegerlo del sol y para eso se ha cubierto con hierba”.

Una cubierta vegetal cuyo manejo depende de las condiciones de la finca y del cultivo. “Para el manejo que nosotros queremos, lo importante es que se desarrollen pronto, germinen pronto para que no entren en conflicto con el cultivo”, apunta Fran Martínez. Una selección para la cubierta vegetal compuesta por gramíneas invernales y leguminosas realizada entre aquellas que nacen de manera natural en el entorno. Un manejo de la cubierta vegetal para el que los tiempos son fundamentales, ya que lo que necesitan es poder tumbarla para resguardar el suelo de las altas temperaturas del verano. “Para nosotros es indispensable cubrir el suelo, si aquí no cubrimos el suelo, el suelo está muerto”, asegura Fran Martínez Raya.

Al tumbarlas, obtienen protección del suelo frente a las altas temperaturas del verano y compostaje para la campaña siguiente; manejándolas solamente cuando pueden generar conflicto con el cultivo. Un manejo de la cubierta que no se realiza con siembra directa, “El primer año intentamos con siembra directa pero no funcionó por el sol y el calor del suelo”.
En hortícolas, el uso de cubierta vegetal lo utilizan en la actualidad tras probar con otros tipos de acolchado, incluido el plástico biodegradable. Una cubierta vegetal para la que es fundamental conocer las especies para que no entre en conflicto y, a la vez, permita utilizarlo como mulching. Pero, como todo en agricultura, Fran advierte que “esta técnica se tiene que adaptar a las circunstancias de cada finca. Trabajamos con seres vivos que se ven afectados por infinitas variables.”

Un suelo de hortícolas que, tras años de cubierta compostada aporta estructura al suelo, lo que hace que absorba el agua y no se pierda. “Vamos aportando materia orgánica haciendo una tierra viva. El primer año te quita nutrientes, pero a partir del segundo año sólo suma.”
Beneficio frente al agua

Además de la protección del suelo frente al calor, otro de los beneficios que han podido observar los hermanos Martínez Raya es la capacidad de absorción del suelo. “En estos últimos días ha llovido, cuando tú tienes un suelo que no tocas no hay problema por que caigan 14,15 litros. En una finca desnuda pisas barro”, explico Fran Martínez a los asistentes. “Aquí gota que cae, gota que se aprovecha; el problema del barro es que se pierden nutrientes, se filtran sales y, si tienes desnivel, pierdes tierra”.
Una dinámica, la del agua, que no tiene nada que ver en una cubierta vegetal con la de una finca de laboreo; lo que implica diseños de riegos diferentes. “Un riego por goteo si estamos trabajando la fertilidad del suelo no nos funciona”; asegura Martínez Raya, que continúa reconociendo que “Para nosotros lo crucial no es cuanto cae sino cuando nos cae”. Y es que en primavera y otoño es cuando más necesaria se hace el agua para los cultivos, la primavera se desarrolla la planta y en otoño garantiza la cosecha. “Si utilizamos algún tipo de riego no es por goteo sino por aspersores, garantizando la lluvia de primavera y otoño.” A este respecto, Miguel Ángel Gómez, asesor técnico agrícola de AlVelAl; ha apuntillado “El riego de apoyo en primavera es fundamental para mantener la vida del agrosistema, donde el uso en la eficiencia de esa agua es máxima.”
Un punto en el que Fran Martínez Raya ha aprovechado para incidir en que “No se puede hablar de cambio climático y establecer medidas para el riego sin ver la forma en que se va a utilizar esa agua. Utilizar la agricultura para luchar contra el cambio climático es un paso importante, con medidas que sean sostenibles y generen vida.”
Olivar de Miel

Aprovechando la Agroexperiencia, los hermanos Martínez Raya mostraron a los agricultores el olivar del cortijo Torre-Guajar. La primera finca en la que se intercalan aromáticas entre los olivos con la idea de frenar la erosión y mejorar la biodiversidad. “Son lavanda, romero… las que menos compite por el agua con el cultivo. La idea es tener siempre flor dentro del campo y que los polinizadores siempre tengan alimento”, explica Fran Martínez.
El diseño de la finca está realizado con franjas cada 60-70 centímetros, con calles de paso y una de trabajo para que sea más fácil el trabajo del agricultor entre olivos; y de manera alterna, una calle de trabajo y otra de aromáticas.
Un olivar de miel que cuenta con setos cortavientos con retama y abulaga entre otras especies vegetales, un seto cortavientos que evita que la aceituna se queme con el aire caliente en la época de cuaje del fruto.
AlVelAl
Desde AlVelAl, queremos agradecer a la familia Martínez Raya su hospitalidad y conocimientos transmitidos durante esta Agroexperiencia que ha acogido a un total de 21 personas interesadas en el uso de cubierta vegetal en cultivos leñosos y hortícolas.

“Dar valor añadido a los productos regenerando el suelo y el paisaje” es uno de los objetivos de AlVelAl, tal y como ha explicado Miguel Ángel Gómez durante la presentación de la asociación en este encuentro. Fomentando una forma de agricultura sostenible con el medio ambiente y nuestro entorno y dar valor a esos productos a través de casos de negocio para su comercialización.
Una agricultura que, ha matizado Fran Martínez “Es mucho más abierta y requiere de experiencia. Este manejo es un oficio que no tiene competidores. Una buena oportunidad porque son productos con valor añadido y puede ayudar para luchar contra la despoblación del campo.”