Catalina Casanova Arcas, nacida en Vélez-Blanco, estudió Derecho en Granada, estudios que tuvo que costearse trabajando en el campo durante los veranos, puesto que sus padres han sido y son pequeños agricultores de esta economía de apenas subsistencia. También fueron emigrantes, viajando a Francia durante muchos años, en los que ella viajó en varias ocasiones hasta que le tocó irse a la Universidad. Motivos estos suficientes para conocer de primera mano la dureza del trabajo en el campo pero también las alas y raíces que te genera. Posteriormente, también realizó un Master en Prevención de Riesgos Laborales pero el estudiar Derecho le permitió enfocar su vida laboral hacia el asesoramiento agrario, desarrollando dicho trabajo siempre en la Comarca de Los Vélez, a la que volvió después de realizar sus estudios en Granada. A su regreso a Vélez-Blanco y para formar parte de la vida del pueblo, empezó a recibir clases de guitarra, un instrumento que siempre había querido aprender a tocar. Con ello se incorporó al Grupo Folklórico de Los Vélez y, posteriormente, a la Cuadrilla de Ánimas de Vélez- Blanco, agrupación que nació en 1636, claro ejemplo de mantenimiento de las tradiciones, siendo hoy en día su mayordoma.
En la actualidad compagina su labor de docente en los cursos de incorporación de jóvenes con su propia oficina dedicada al asesoramiento y gestión agraria (en su parte administrativa). Los cursos le han permitido conocer las inquietudes de los jóvenes que han decidido dedicarse a la agricultura y a la ganadería: inquietud, dudas, problemas, desconocimiento, quejas… pero también ilusión, motivación y esfuerzo de muchos de ellos por ser agricultores y ganaderos profesionales, por coger el testigo del esfuerzo de sus familias.
Para Catalina, AlVelAl representa la puesta en valor y el reconocimiento al mundo rural, “hacer visibles el trabajo y el esfuerzo de tantas personas anónimas de nuestra sociedad”.