Este chirivelense ha vuelto a su tierra para volver a dar vida a la finca de su familia, fiel convencido de la agricultura que promueve AlVelAl, considera que es el mejor compañero de viaje que podía tener.

Licenciado en Ciencias políticas por la universidad Complutense de Madrid, un máster en administración pública, y 21 años dedicados a la banca. Javier Egea ha dado un giro de 360 grados a su vida y ha regresado a Chirivel, el pueblo de su familia, para volver a darle vida a la finca de su familia. Y es que, aunque Javier nació en Granada, siempre ha tenido mucho apego a su tierra.

Una persona camaleónica y curiosa que lleva un año formándose, estudiando y leyendo mucho para comprender cómo funciona el campo. “Cada vez estoy más convencido de que vamos en el camino correcto.”

En la actualidad cuenta con un cultivo de almendro ecológico en secano. A través del fondo Invierto en Paisaje, Invierto en Futuro, financiado por AlVelAl; Javier ha implementado algunas técnicas regenerativas como 8 kilómetros de swales, charcas para recoger el agua de lluvia y un kilómetro de plantación de aromáticas.

Técnicas regenerativas en una finca con una amplia cantidad de terreno en pendiente, lo que ayudará a la recogida de agua; y un interesante nivel de biodiversidad “Aquí hay bastante biodiversidad, pero tiene que haber más, hay muchos ribazos con flores silvestres donde se esconden los insectos, que atraen pájaros…”.

Esta campaña ha puesto almendros en curva de nivel a tresbolillo con un golpe de estiércol de oveja. Ovejas que, de vez en cuando, pasan por su finca y para las que se plantea, en un futuro, la cubierta vegetal “Aquí hemos ripeado y ahora mismo hay mucha piedra que hay que quitar para poder incorporar la cubierta vegetal. Por otro lado, tampoco tenemos experiencia con la cubierta vegetal en secano y, aunque soy un convencido de lo que estamos haciendo, este es mi medio de vida actual y hay que ver cómo funciona”, afirma Javier, quien no descarta nada “Yo soy muy curioso y me gusta probar cosas ensayo-error. Por lo que quien sabe si el año que viene me planteo una línea de cubierta vegetal para probar”.

Un agricultor que no sólo se plantea incluir la cubierta vegetal en sus cultivos, también la presencia de polinizadores a través de hoteles de insectos; cuando sus árboles, que no pasan del año de vida, crezcan y estén fuertes.

Javier llegó a AlVelAl a través de La Almendrehesa, “Era algo que tenía que caer por su propio peso… En AlVelAl convergen distintos conocimientos y personas que beben y comparten esos conocimientos y confluyen en un momento dado”.

Javier es un convencido de que el sistema agrícola tradicional está condenado a la extinción por la cantidad de CO2 que emite a la atmósfera con la labranza. Y define AlVelAl como “el mejor compañero de viaje que podríamos tener. Yo lo hubiera hecho igual sin la asociación pero es muy importante no navegar solo y estar acompañado de quien hace y cree lo mismo que tú”. Y agradece el asesoramiento, el apoyo y la ayuda que recibe de AlVelAl y La Almendrehesa.

De la asociación destaca el factor humano “es el más importante… Y hay gente fantástica, desinteresada, comprometida y con conciencia social, con ganas de apostar por el mundo rural, por sus tradiciones, cultura, gastronomía… supone una grata sorpresa encontrarte gente que comparte las mismas inquietudes e ideas a la hora de desarrollar una agricultura nueva, con valor añadido”.

De AlVelAl dice esperar mucho porque él va a dar mucho “Espero que sea un impulso en el desarrollo de nuestras comarcas y seamos un referente para otras zonas. Y si ya podemos aspirar a la utopía, por qué no, ser un factor determinante a la hora de cambios más importantes a nivel legislativo y normativo; influir en la PAC, por ejemplo. Pero tenemos que trabajar mucho y cuanto más unidos mejor”.