Joven agricultura, natural de Orce, ha apostado por mantener la finca por la que sus padres tanto lucharon
Remedios es natural de Orce pero lleva sólo tres años viviendo en su pueblo. Antes lo hacía en Granada, junto a su marido y dos hijas con un trabajo estable tras cursar la carrera de empresariales.
Decidieron volver, tenían las dos posibilidades, quedarse en Granada con sus trabajos, o venirse al pueblo y llevar la finca de sus padres; y ella apostó por esta segunda opción. Su pareja, que trabaja en el hospital de Baza se sigue desplazando desde la Alquería, una pedanía de Galera cercana a Orce, como antes lo hiciera desde Granada. “Desde que estoy aquí he ganado tranquilidad, salud, poder disfrutar de mis hijas y que ellas tengan cierta libertad.
Sus padres y suegros eran agricultores de la generación que compraba tierras porque aseguraba la estabilidad. Una tierra que su padre siempre defendió, incluso penando en muchas ocasiones, razón por la que ella no quiere venderla y ha apostado por darle vida. Más ahora que tras estudiar diferentes cursos para aprender a trabajarla y trabajarla de la forma correcta.
Un cambio de vida del que Remedios destaca la tranquilidad e independencia de sus hijas, que juegan en la calle y van solas a casa de la abuela, algo impensable en la ciudad. “Me preocupa que el día de mañana no puedan disfrutar como ahora de este mundo rural porque lo estamos, continuamente, empeorando.”
“Contamos con un territorio con recursos, pero no sabemos valorarlos ni gestionarlos; como una gran vega totalmente perdida donde hay agua que estamos desaprovechando, el acceso a una red de carreteras cercanas, un gran conjunto monumental el cual refleja la extensa historia de nuestra tierra…” todos ellos necesarios para la agricultura y el turismo. Dos sectores que se complementan en este territorio perteneciente a los primeros pobladores de Europa. Permitiendo un modo de vida sostenible tanto para el medio ambiente como para las personas.
Remedios llega a AlVelAl a través de los cursos para jóvenes agricultores que Cati Casanova imparte en la OCA de Vélez Rubio. “En unos de esos cursos vino la asociación y nos explicaron a qué se dedicaban y qué querían con la tierra fértil y los suelos. Eran cosas que había escuchado en mi casa pero no entendía y fui asociando cosas”. Posteriormente, en otro curso en Baza, David Guerrero les explicó in situ en una finca la forma de manejar la tierra de una forma sostenible.
Socia de AlVelAl desde aquel momento y hoy secretaria de la asociación. Para Remedios AlVelAl es “una oportunidad para mejorar y mantener la calidad de vida de los suelos, y tiene mucho trabajo por delante, porque cambiar la mentalidad de la gente es muy difícil”.
Cuenta con 30 hectáreas repartidas entre Galera y Orce que eran sólo cereal. Ella ha apostado por el almendro, con el boom vi que era más rentable”. En una de ellas, de 15 hectáreas va a llevar a cabo actuaciones regenerativas de suelo y paisaje a través del fondo Invierto en Paisaje, Invierto en Futuro. “Esta finca era especialmente significativa para mi padre, que mantuvo la terrazas y la estructura que tenía cuando la gestionaban su abuelo y bisabuelo; y creo que es la forma en que se tiene que mantener”. En esta va a hacer trabajos de contención de agua para aprovecharla al máximo y no erosione el suelo, hay escasez de lluvia, pero cuando cae es torrencial y cuenta con un barranco que acaba en su parcela rompiendo las terrazas y arrasando la tierra fértil. La parte buena del barranco “es que con escolleras de piedra puedes frenar el agua y cuando llegue a la parcela vaya regando las terrazas. Así como un seto cortaviento para frenar la erosión del viento y proteger del frío la plantación.
El objetivo para ella es concienciar a los vecinos que vea que funciona. De su experiencia en estos tres años destaca el desconocimiento de algunos agricultores y personas a las que contratas que te generan credibilidad pero te das cuenta de que no saben qué están haciendo. “si yo no hubiera tenido el mínimo de conocimientos que tenía me hubiera fiado con ellos al 100% y, por ejemplo, hubiera eliminado las terrazas de mi finca”.
En una década espera ver unos almendros grandes, con lavanda plantada entre las calles y abejitas funcionando. “El tema de ganado es una opción que aún no contemplo. Pero si una finca con su microflora y microfauna”.
Del futuro de AlVelAl espera que todos sigan el ejemplo y pongan en práctica técnicas regenerativas “lo ecológico se queda corto y la progresiva concienciación de la importancia de una alimentación realmente saludable y que se quiera pagar más por un producto sano es algo que va a ayudar a impulsar lo que busca AlVelAl”.