En uno de los rincones más secos de Europa, Manuel Barnes ha visto cómo el suelo se vuelve más saludable desde que comenzó a cultivar almendras utilizando técnicas destinadas a dar nueva vida a la tierra.
Barnes y sus vecinos en el sur de España están recurriendo a métodos preindustriales que esperan eviten el riesgo de que sus tierras se conviertan en desierto para cultivar cultivos que exigen precios más altos de consumidores cada vez más conscientes del medio ambiente.
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