David Guerrero, criado y educado en el medio rural con una agricultura tradicional de regadío y la ganadería que apoyaba el sustento familiar. Ingeniero Técnico Industrial por la Universidad de Málaga, a pesar de comenzar a trabajar como ingeniero de instalaciones antes de acabar la Universidad y tras pasar por diversos ámbitos y entornos empresariales, decide volver a su tierra a finales de 2007 e iniciar el camino del emprendimiento algunos meses más tarde. Pero es en 2010 junto a su pareja, Loly Masegosa, y con las energías cargadas por un reconocimiento obtenido el año anterior en un concurso de ideas de negocio para emprendedores en Granada, decidió unir sus energías, formación y experiencia para ofrecer algo que su tierra necesitaba y así les permitiera establecerse en el territorio que les vio nacer. Así se fundó Intagrec para prestar servicios y ayuda al sector ecológico. Actualmente es director en Desarrollo de Negocio en la Consultora Enarmonía y especialista en Diseño Hidrológico para captación y aprovechamiento de agua de lluvia.
David Guerrero, como nieto de hortelano profesional, piensa que su vida debe ser útil para mejorar el futuro de su tierra y dejar un legado en mejores condiciones a las generaciones venideras “es triste que un joven como yo apenas haya recibido nada de la cultura de mis abuelos y mucho menos de los anteriores, lo que me hace pensar que la verdadera esencia cultural de los pueblos está en grave peligro de extinción”. Así, añade, “en estos últimos cinco años dedicados a la gente y modo de vida rural hemos recibido mucha energía e inspiración de nuestros mayores y también junto a nuestros dos maravillosos hijos y con el tercero en camino nos recargamos aún más de la energía necesaria para afrontar los retos del futuro”. Su misión es “ayudar a las personas a diseñar y a conectarse de nuevo para conseguir un desarrollo en armonía y contextualizado con el medio donde vivimos, poniendo así en valor las claves culturales que representan nuestro patrimonio etnográfico”.
David forma parte de la Asociación Alvelal desde su creación, “mi agradecimiento a la Fundación Commonland que no sólo ayuda a Alvelal desde antes de su creación sino que en muy poco tiempo ha conseguido unir de nuevo a las personas que comparten un territorio fuera de los límites administrativos”. David tiene claro que el gran reto de Alvelal es mantener unidas y ayudar a las personas de este grande y valioso territorio, posibilitando así una red de contactos e información de valor para inspirar a los que vienen detrás que son nuestra garantía para que el cambio que queremos en nuestra tierra se pueda realizar y consolidar.